Alex Bennett En las últimas décadas, los videojuegos han sido objeto de controversia debido a su supuesto impacto negativo en los jóvenes. Sin embargo, con la popularización de los eSports y el aumento de estudios que analizan el efecto de los juegos en la educación, se ha demostrado que los videojuegos, en particular los competitivos, pueden tener un impacto positivo en el desarrollo cognitivo, social y académico de los estudiantes.
En esta pieza exploramos cómo los eSports pueden ayudar a mejorar el rendimiento académico de los jóvenes, promoviendo habilidades útiles tanto dentro como fuera del aula.
1. Desarrollo de habilidades cognitivas
Los eSports no solo se limitan a la destreza en los videojuegos, sino que también fomentan una serie de habilidades cognitivas que pueden ser beneficiosas para los estudiantes en su vida académica:
- Mejora de la memoria y concentración: Los jugadores deben recordar una gran cantidad de información en tiempo real, como tácticas, posiciones de los enemigos y recursos disponibles, lo que favorece la memoria a corto y largo plazo.
- Resolución de problemas: Muchos videojuegos requieren que los jugadores resuelvan problemas complejos, lo que fortalece la capacidad de análisis y toma de decisiones, habilidades que son esenciales en el ámbito académico.
- Atención selectiva: Los eSports entrenan a los jugadores para que mantengan su concentración en múltiples aspectos del juego a la vez, una habilidad que puede trasladarse a la gestión de múltiples tareas en el aula.
Estudios han demostrado que los estudiantes que practican videojuegos competitivos muestran una mayor capacidad para concentrarse y realizar tareas académicas de forma más eficiente.
2. Trabajo en equipo y colaboración
Uno de los aspectos más destacados de los eSports es el trabajo en equipo. Muchos de los títulos más populares, como League of Legends, Overwatch o Valorant, requieren de una estrecha colaboración entre jugadores para alcanzar un objetivo común. Esto fomenta habilidades importantes para el futuro académico y profesional de los estudiantes, como:
- Trabajo colaborativo: Aprender a trabajar en equipo es esencial en la mayoría de los entornos educativos y laborales. Los estudiantes que participan en eSports aprenden a dividir tareas, compartir ideas y apoyarse mutuamente para alcanzar un objetivo.
- Comunicación efectiva: En los eSports, la comunicación constante y clara es crucial para el éxito del equipo. Esta habilidad de transmitir información de manera eficiente puede aplicarse en presentaciones de clase, discusiones grupales o cualquier actividad académica que requiera de colaboración.
3. Desarrollo de habilidades emocionales y psicológicas
Los eSports no solo favorecen el desarrollo cognitivo, sino también el emocional. Los jugadores deben enfrentar derrotas y aprender a manejar la frustración, lo que contribuye al desarrollo de habilidades psicológicas importantes:
- Manejo del estrés: Participar en competencias puede ser estresante, y los jugadores deben aprender a controlar sus emociones para rendir al máximo. Esta capacidad de gestionar el estrés puede ser muy beneficiosa durante los exámenes o situaciones de alta presión.
- Resiliencia: La capacidad de recuperarse de una derrota es fundamental en los eSports. Los estudiantes que practican eSports aprenden a no rendirse tras un error, lo cual refuerza la resiliencia y la perseverancia en el ámbito académico.
4. Incentivar la participación en actividades extracurriculares
El auge de los eSports ha impulsado la creación de equipos y ligas escolares, lo que ofrece a los estudiantes una oportunidad de involucrarse en actividades extracurriculares. Al igual que los deportes tradicionales, los eSports fomentan la disciplina, el trabajo en equipo y la dedicación. Los estudiantes que participan en competiciones de eSports desarrollan un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia su equipo, lo que los motiva a mejorar tanto en el juego como en sus estudios.
Además, las universidades y colegios están ofreciendo becas para jugadores de eSports, lo que también genera un incentivo para que los estudiantes se involucren más en estos juegos y los utilicen como una herramienta para alcanzar sus objetivos académicos.
5. Estudios de caso: el ejemplo de las universidades españolas
Algunas universidades en España están adoptando los eSports como una disciplina académica y extracurricular. Por ejemplo, la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad Europea de Madrid tienen equipos de eSports que participan en competiciones nacionales e internacionales. Estas universidades han demostrado que los eSports no solo son una forma de entretenimiento, sino una plataforma de desarrollo profesional y académico.
En estos entornos académicos, los estudiantes aprenden a combinar sus habilidades de juego con formación en áreas como marketing, comunicación digital y gestión de equipos, lo que abre nuevas oportunidades laborales en la industria de los eSports.
6. El futuro de los eSports en la educación
A medida que los eSports siguen ganando popularidad, se espera que las instituciones educativas de España y el mundo sigan integrando los videojuegos competitivos en sus programas académicos. Esto no solo enriquecerá la experiencia educativa de los estudiantes, sino que les proporcionará habilidades prácticas que pueden aplicar en sus futuras carreras profesionales.
Las iniciativas gubernamentales y educativas también están promoviendo el uso de los eSports como una herramienta para mejorar la educación en todo el país. A medida que esta tendencia crezca, los eSports podrían convertirse en una disciplina clave dentro del sistema educativo español.
Conclusión
Los eSports ofrecen mucho más que entretenimiento. Cuando se integran de forma adecuada en el ámbito educativo, pueden mejorar significativamente el rendimiento académico de los estudiantes, desarrollando habilidades cognitivas, emocionales y sociales esenciales para el éxito académico y profesional. A medida que la industria de los videojuegos sigue evolucionando, también lo hará su impacto en la educación, convirtiéndose en una herramienta poderosa para el aprendizaje del futuro.
